Construida en el siglo XI sobre una iglesia preexistente dedicada a San Salvador de Piedad, fue consagrada de nuevo por Celestino III tras una restauración de la estructura con el nombre de San Salvador alle Coppelle en 1196. La tradición cuenta que la primera estructura fue construida sobre la casa de Santa Abbasia, una mujer noble romana que había donado todo su feudo a la beneficencia.
Además, en el siglo XVII, después de haber estado bajo el cuidado de la Universidad de los Sellai durante unos tres siglos, la iglesia fue confiada a las Hermandades del Santísimo Sacramento de la Divina Perseverancia, que daban asistencia a peregrinos y forasteros que enfermaban en las posadas vecinas. Desde 1914 se convirtió en Iglesia Nacional rumana y en su interior se sigue celebrando la Misa en el Rito Oriental Bizantino‑Rumano.