40.000 participantes en el Jubileo de las Fuerzas Armadas. El Papa: "Sean testigos valientes del amor de Dios"

10 febrero 2025

Ha concluido el Jubileo dedicado a las Fuerzas Armadas, a la Policía y a los Cuerpos de Seguridad, que ha tenido lugar el 8 y el 9 de febrero como parte de los grandes eventos del Año Santo, después del Jubileo dedicado al Mundo de la Comunicación. Un evento en el que han participado más de 40.000 personas, de las cuales 20.000 de toda Italia y el resto de delegaciones de un centenar de países, testimoniando el carácter internacional del Jubileo 2025.

El evento ha iniciado el sábado por la mañana con la peregrinación a la Puerta Santa de San Pedro, un momento significativo de oración y reflexión. Posteriormente, los participantes se han desplazado a la Piazza del Popolo, donde ha tenido lugar un momento de bienvenida. En el escenario preparado para la ocasión, las delegaciones de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de los Cuerpos de Seguridad han sido recibidas con el Himno Nacional interpretado por la Banda Musical del Ejército Italiano. Luego, en presencia del Ministro de Defensa, Guido Crosetto, han intervenido varias personalidades, entre ellas, Su Excelencia Mons. Santo Marcianò, Arzobispo Castrense Ordinario de Italia, el General Luciano Portolano, Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Jefe de la Policía y Director General de Seguridad Pública, Vittorio Pisani, y Su Excelencia Mons. Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización y encargado de la organización del Jubileo, quien ha subrayado la importancia del papel de las fuerzas del orden en la lucha por la paz: «La llamada a la paz es más importante que nunca en esta ocasión, porque no sólo recuerda vuestro compromiso de hombres y mujeres al servicio de las instituciones, sino sobre todo ese bien que es el bien mundial por excelencia: la paz».

De paz también ha hablado el Santo Padre, el Papa Francisco, durante la Santa Misa celebrada el 9 de febrero en la Plaza de San Pedro. El Pontífice ha hecho un fuerte llamamiento a los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, invitándolos a reflexionar sobre la finalidad profunda de su servicio: la promoción y la defensa de la vida. «Sean testigos valientes del amor de Dios Padre, que quiere que seamos todos hermanos», ha exhortado el Papa, pidiéndoles que vigilen contra «la tentación de cultivar un espíritu de guerra» y que no cedan ante la «propaganda del odio». Un

mensaje claro de esperanza, solidaridad y fraternidad, con la invitación a trabajar por un mundo más justo y humano.

El Papa Francisco también ha recordado el importante papel de las fuerzas de policía y de seguridad para garantizar la paz social, afrontar los desastres naturales, salvar vidas en el mar y defender la legalidad. «Están llamados a defender nuestros países, a custodiar la justicia, a estar presentes en las penitenciarías y a combatir la criminalidad», ha dicho el Papa, subrayando el compromiso fundamental de estas fuerzas por la seguridad de los ciudadanos.

En su homilía, el Papa Francisco ha invitado a todos a seguir el ejemplo de Jesús en el Evangelio de Lucas, en el que realiza tres gestos simbólicos: «vio, subió, se sentó». «Ver» significa tener una mirada atenta ante las amenazas a la seguridad; «subir» representa comprometerse a afrontar las dificultades con valentía; y «sentarse» simboliza la firmeza en la defensa de los valores de la justicia y la legalidad.

Además, el Papa ha rendido homenaje a los capellanes militares, que acompañan a las fuerzas de seguridad no para justificar la guerra, sino para ofrecer apoyo moral y espiritual, ayudando a realizar la misión a la luz del Evangelio y al servicio del bien común.

Al término de la Misa, el Papa Francisco ha expresado su agradecimiento a todas las fuerzas armadas y de seguridad por su compromiso y los riesgos que enfrentan diariamente, invitándolos a no olvidar nunca la finalidad de su servicio: «promover la vida, salvar la vida, defender la vida siempre». «Gracias porque, subiendo sobre nuestras barcas en peligro, nos ofrecen su protección y nos alientan a seguir nuestra travesía», ha concluido el Pontífice.

El Jubileo de las Fuerzas Armadas ha sido un momento de gran espiritualidad y reflexión, una oportunidad para compartir los valores de la paz, la justicia y la solidaridad, reafirmando la importancia de un compromiso colectivo para construir un mundo más humano, más justo y más fraterno.