Concurso Himno Jubileo

16 enero 2023

Durante el viaje, el canto aflora muy a menudo en los labios, como si fuera un compañero de fatigas para expresar las motivaciones del caminante. Esto vale también para la vida de fe, que es una peregrinación a la luz del Señor resucitado. Las Sagradas Escrituras están impregnadas de cantos, y los Salmos son un ejemplo sorprendente de ello: las oraciones del pueblo de Israel fueron escritas para ser cantadas, así el canto presenta ante el Señor los asuntos más humanos. La tradición de la Iglesia no hace sino prolongar esta unión, convirtiendo el canto y la música en uno de los pulmones de la liturgia. El Jubileo, que en sí mismo se expresa como un encuentro de pueblos en peregrinación hacia la Puerta Santa, encuentra también en el canto uno de los modos de dar voz a su lema, "Peregrinos de la esperanza".

El texto preparado por Pierangelo Sequeri y ofrecido a la creatividad musical de quienes deseen participar en el Concurso Internacional para el Himno del Jubileo 2025, reúne los numerosos temas del Año Santo. En primer lugar, el lema, “Peregrinos de la esperanza”, encuentra su mejor eco bíblico en algunas páginas del profeta Isaías (Isaías 9 e Isaías 60). Los temas de la creación, la fraternidad, la ternura de Dios y la esperanza en el futuro, resuenan en un lenguaje que no es "técnicamente" teológico, aunque sí lo es en el fondo y en las alusiones, de modo que resuena con elocuencia en los oídos de nuestro tiempo.

Paso a paso, el pueblo creyente en su peregrinación diaria se apoya confiadamente en la fuente de la Vida. El canto que surge espontáneamente durante el camino (cf. Agustín, Discursos, 256) se dirige a Dios. Es un canto cargado de la esperanza de ser liberado y sostenido. Es un canto acompañado por la esperanza de llegar a los oídos de Aquel que es su misma fuente. Es Dios quien, como una llama siempre viva, mantiene encendida la esperanza y da vigor a los pasos del pueblo que camina.

El profeta Isaías contempla repetidamente a la familia de hombres y mujeres, hijos e hijas, que regresan de su dispersión, reunidos a la luz de la Palabra de Dios: "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz" (Is 9,1). La luz es la del Hijo hecho Hombre, Jesús, que reúne a todos los pueblos y naciones con su Palabra. Es la llama viva de Jesús la que mueve el paso: "Levántate, revístete de luz, porque viene tu luz, la gloria del Señor brilla sobre ti" (Isaías 60,1).

La esperanza cristiana es dinámica e ilumina la peregrinación de la vida, mostrando el rostro de los hermanos y hermanas, compañeros de camino. No es un deambular de lobos solitarios, sino el caminar de un pueblo, confiado y alegre, que avanza hacia un nuevo destino. El soplo del Espíritu de vida no deja de iluminar la aurora del futuro que está a punto de amanecer. El Padre celestial observa con paciencia y ternura la peregrinación de sus hijos y les abre el camino, señalando a Jesús, su Hijo, que se hace espacio para que todos caminen.

Pellegrini di speranza

Testo di Pierangelo Sequeri

 

Fiamma viva della mia speranza

questo canto giunga fino a Te!

Grembo eterno d’infinita vita

nel cammino io confido in Te.

 

Ogni lingua, popolo e nazione

trova luce nella tua Parola.

Figli e figlie fragili e dispersi

sono accolti nel tuo Figlio amato.

 

Fiamma viva della mia speranza

questo canto giunga fino a Te!

Grembo eterno d’infinita vita

nel cammino io confido in Te.

 

Dio ci guarda, tenero e paziente:

nasce l’alba di un futuro nuovo.

Nuovi Cieli Terra fatta nuova:

passa i muri Spirito di vita.

 

Fiamma viva della mia speranza

questo canto giunga fino a Te!

Grembo eterno d’infinita vita

nel cammino io confido in Te.

 

Alza gli occhi, muoviti col vento,

serra il passo: viene Dio, nel tempo.

Guarda il Figlio che s’è fatto Uomo:

mille e mille trovano la via.

 

Fiamma viva della mia speranza

questo canto giunga fino a Te!

Grembo eterno d’infinita vita

nel cammino io confido in Te.