El Papa Francisco: “Vivamos el Jubileo con entusiasmo y participación”

07 julio 2023

 

El Jubileo es «un tiempo favorable y propicio, para volver a poner en el centro de nuestra vida la reconciliación con Dios y entre nosotros», que debe ser vivido «con entusiasmo y participación». Con estas palabras, el Papa Francisco ha descrito el Año Santo en su Mensaje con ocasión del 145º aniversario de la fundación del diario romano “Il Messaggero”.

 

Un modo, por parte del Pontífice, de estimular la comunicación para profundizar aún más el alcance ciudadano y universal del próximo Jubileo de la Iglesia católica en 2025. «La Ciudad Eterna - ha escrito el Santo Padre - vuelve a ser el polo de atracción para relanzar el mensaje cristiano y encender de nuevo la esperanza de cuantos, en las fatigas de la vida y en las expectativas interiores, llegarán como peregrinos».

 

En efecto, el Jubileo no es «una mera práctica religiosa como tal», sino «un proceso que, aun partiendo de individuos, involucra todas las relaciones interpersonales, con la intención de promover una visión de sociedad más justa y fraterna». En tal sentido, el Año Santo «tiene una valencia no exclusivamente religiosa, sino que implica también un renacimiento ético, moral, social y cultural, capaz de sanar las heridas provocadas por la injusticia y las varias formas de violencia», con el objetivo de «refundar un clima colectivo de confianza y esperanza, y de iniciar procesos de crecimiento humano integral, con especial atención por los más frágiles».

 

Son centrales los temas de la misericordia y el perdón, signos de la presencia viva del Padre. Con ocasión del Año Santo, «la Iglesia católica desea recordar la importancia de volver a pensar la propia existencia y pedir perdón por las propias faltas, en la certeza de que el Dios de la misericordia y de la compasión viene a renovarnos y reconciliarnos».

 

Se trata entonces «de un Año en el que dar cuerpo y forma al tema bíblico de la “liberación” - concluye el Papa Francisco - en todas sus implicaciones antropológicas y comunitarias», emprendiendo «acciones y caminos capaces de liberar las personas, las ciudades, las naciones y los pueblos de todo tipo de esclavitud y de degrado». No es casualidad que el lema que el Santo Padre ha elegido para el Jubileo de 2025, “Peregrinos de Esperanza”, recuerde que es posible ponerse verdaderamente al servicio de los demás, pero sólo estando anclados en el Señor.