El papa Francisco se reúne con algunas familias de la parroquia de Santa Brígida de Suecia en un condominio, en el tercer encuentro de la “Escuela de Oración”
Con el tercer encuentro, continúa la “Escuela de oración” en preparación para el Jubileo de 2025 junto al Papa Francisco. Ayer por la tarde, el Santo Padre, acompañado por el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, S.E. Mons. Rino Fisichella, se ha reunido con alrededor de 30 familias de un condominio de la comunidad parroquial de Santa Brígida de Suecia, en el popular barrio romano de Palmarola (en la zona de Borgata Ottavia), en la periferia occidental de la ciudad, en la tercera etapa de la iniciativa con motivo del Año de la Oración. Durante el encuentro, adaptándose a las características del condominio, el Papa se ha reunido con familias jóvenes con niños, ancianos solos, abuelos y niños en un espacio contiguo al edificio, junto a los garajes y con las paredes aún sin terminar, les ha hablado de la importancia de “proteger a la familia” y, como es habitual, ha respondido a las preguntas de los presentes.
“Defendamos la familia, que es oxígeno para educar a los hijos. También en las familias hay tempestades. Si los padres discuten es normal, pero que hagan las paces antes de que termine el día, porque la guerra fría al día siguiente es terrible”, ha recalcado el Papa.
A algunos jóvenes que le han preguntado al Santo Padre cómo aumentar su fe, les ha respondido que “el único camino es el testimonio”. “Tenéis - ha subrayado el Papa - la responsabilidad de hacer avanzar la historia. Una de las cosas hermosas de los jóvenes es que se vuelven a levantar. Todos caemos en la vida, pero lo importante es no permanecer caídos si se resbala”.
También se ha hablado de la Iglesia como comunidad de personas, y no sólo como lugares de culto, que en este barrio están mucho menos presentes que en otras zonas de la ciudad. Una señora ha confesado su emoción de ver al Papa “frente a una pared de ladrillos aún sin terminar”, porque “lo ha hecho sentir parte de su comunidad”. “La Iglesia comienza a construirse en la comunidad”, ha dicho el Papa, quien ha añadido: “Una parroquia donde los niños no son escuchados y los ancianos son anulados no es una verdadera comunidad cristiana. No lo olvidéis, los ancianos son la memoria y los niños son la promesa”.
Dos padres le han preguntado al Papa cómo mantener la fe en estos tiempos difíciles y cómo educar a sus hijos a la luz de la fe. “El primer consejo - ha respondido el Santo Padre - es que los padres se amen, porque los niños deben poder sentir que mamá y papá se aman. Si tenéis que discutir, no lo hagáis delante de los niños”. También ha subrayado el valor del diálogo con los hijos. “Nunca dejéis de hablar con ellos. La educación se hace a través del diálogo, nunca los dejéis solos. Debéis hacerles entender que pueden hablar de todo”.
En las ocasiones anteriores, el Papa Francisco ha dialogado con los jóvenes de la parroquia de Santa Bernadette Soubirous, el 24 de mayo, y ha reflexionado sobre el tema de la “Oración de acción de gracias” el pasado 11 de abril con los niños de los grupos de catequesis de preparación para la Primera Comunión de la parroquia de San Juan María Vianney.
Antes de concluir, el Santo Padre ha regalado rosarios a las familias y a los residentes un cuadro de la Virgen María con el Niño Jesús, que se conservará en el edificio en recuerdo del encuentro.