Evento de Deloitte a 100 días del Jubileo. Fisichella: «Daremos al mundo signos concretos de Esperanza»
A poco más de tres meses de la apertura oficial del Jubileo 2025, ya hay millares de inscripciones para el Año Santo de peregrinos de diócesis de todo el mundo. Lo ha subrayado ayer, 18 de septiembre, el Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, S.E. Mons. Rino Fisichella, durante el evento “Jubileo 2025 - 100 días para la apertura de la Puerta Santa”, que ha tenido lugar en la sede de Deloitte en Roma. Para la ocasión también se ha presentado la investigación de Deloitte “Globalizar la solidaridad”.
«En las diócesis de todo el mundo - ha dicho el Pro-prefecto - veo mucho interés y gran deseo de participar en el Jubileo. Cuantificar el retorno económico, no solo de Roma sino de toda Italia, no es materia mía, pero creo que es un buen retorno. Los peregrinos no se detienen sólo en Roma. Después de haber vivido la experiencia del Jubileo van a las ciudades de arte o, si han emigrado, regresan a los lugares de sus abuelos».
Mons. Fisichella luego se ha centrado en la “inquietud” que, ha dicho, «es causada por la pobreza. La inquietud es causada por una sociedad que presenta dos aspectos paradójicos. El primero, el de la riqueza que aumenta para unos pocos. Y, por otra parte, el de la pobreza que aumenta para muchos más. Hay países enteros que viven por debajo del umbral de la pobreza y, por tanto, no es casualidad que, en el documento de convocación del Jubileo, el Papa también haga un llamamiento urgente a los líderes del mundo para que reflexionen sobre las grandes cuestiones, la primera de ellas, la deuda pública de algunos países. Precisamente por ser una necesidad espiritual, el Jubileo debe ser capaz también de mirar las situaciones de pobreza presentes en el mundo».
De hecho, en la Bula, el Papa «solicita a los líderes del mundo a considerar los grandes temas de la solidaridad y los signos concretos para hacerla realidad; ha dado una indicación muy original al decir que no celebramos un Jubileo en el que sólo se anuncia la esperanza, sino que celebramos un Jubileo en el que también es necesario dar signos concretos de esperanza. En primer lugar, el signo de ser capaces de alcanzar la paz. El Papa también ha movilizado a los obispos para que se conviertan en promotores de la lucha contra la pena de muerte donde todavía está presente en sus países. Todavía hay demasiados países donde no se respeta la dignidad personal, con una condena de ese tipo». Precisamente para responder al deseo del Santo Padre, ha concluido el obispo, «habrá signos concretos que serán fruto de la caridad del Jubileo. Hay signos de esperanza que se deben dar a los jóvenes, a los ancianos, a los enfermos, a los refugiados, a los migrantes. También habrá un Jubileo reservado a los gobernantes. El programa se está elaborando de acuerdo con el grupo interparlamentario internacional, un paso a la vez».
En el evento de Deloitte también han participado el ministro de Relaciones con el Parlamento, Luca Ciriani, el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, el director general de Ferrocarriles, Stefano A. Donnarumma, el director general de Acea, Fabrizio Palermo, y el director de Comunicación y medios del Grupo Unipol, Vittorio Verdone.